deseos

casi siempre hay algo que deseamos más que nada en el mundo... lo deseamos con tanta fuerza y tantas ganas, que a veces llega a dolernos... y cuando por fin lo tenemos (si es que lo tenemos) nos paralizamos... porque en un principio era sólo eso, sólo un deseo, y ahora es nuestro... después sonreimos con felicidad y suspiramos con alivio... ¡lo conseguimos!...
y ahora a buscar una nueva cosa que desear... porque claro, nunca nada alcanza...