por raro que suene, tengo que admitir que preferiría saltar por la ventana que salir caminando por la puerta... no, no... no estoy loca, ni es un intento suicida, es que yo vuelo... en serio, puedo volar... en realidad no es volear propiamente dicho, pero cuando nadie me ve, mi cuerpo flota, y viaja... viaja lejos, conoce otra gente, otros lugares... mi cuerpo visita otros paisaje y admira distintas arquitecturas... es cierto... por eso mi salida de emergencia en los momentos más tensos, es la ventana más cercana, y de ser posible con la asimetría más perfecta para escuchar desde adentro cantar una serenata...