vos y yo, hablando como dos viejos amigos, como si no hubiese pasado el tiempo, como si nunca nos hubiésemos herido... aún cuando los dos sabemos que no es cierto... pero ahí estábamos, y sabíamos que amigos no éramos, y las cosas por eso se fueron complicando, porque esas miradas no eran de amigos, y esas caricias... esas caricias decían otra cosa... la casualidad vino acompañada de suerte, y en esa esquina cuando te encontré, me hundí en un abrazo... ese abrazo vino acompañado de besos que me causaron un bien, o un mal en mi vida... todavía no me decido...