Sé lo que pasó, pero no logro evocar con precisión los recuerdos mágicos de aquella noche. Esta vez, el olvido se llevó la mitad más preciada. No consigo reconocernos en esa escena de intimidad, simplemente no eras vos, ni era yo: tus manos perdiéndose en mi cuerpo, y tu boca, por mi cuello; bajando. Una explosión de sensaciones que surgió de lo inesperado, y ahogué un grito que quiso escapar y hacer eco.
Ahora, las palabras y las promesas de esos momentos, resuenan como balbuceos inentendibles que se repite adentro mío. Solo tengo la imagen de dos ingenuos que pensaron que podrían proteger su amor de los cambios de la vida. Las miradas, no alcanzo a descifrarlas. Cuando las recuerdo mantienen su misterio y ocultan aun cierto enigma. Pero aunque no logro del todo reconocerlas, no acierto tampoco a olvidarlas, ellas se dijeron todo lo que con los labios no podíamos contar.
Ya no me queda más que anestesiar mis heridas, y vaciar mis bolsillos de lo que me queda de tu memoria, para intentar volver a creer. Como si el pasado no fuera más que una historia ajena y ficticia que una vez leí, volveré a empezar desde el principio, con esa ilusión secreta de la primera vez, con una esperanza prestada, y me voy a arriesgar a equivocarme con vos de nuevo.
Llegará ese día en que vos y yo vamos a ser “nosotros”. En que una vida juntos no sea un sueño, y sea real. En que amarnos no nos parezca imposible. Mientras tanto aparecerán desconocidos y nos llevarán por el camino de la noche, de la risa, y del goce sin culpa, de los cuerpos que se buscan y se encuentran.
Y hasta entonces, hasta que yo vuelva a ser tuya, y vos vuelvas a ser mío, solo sabremos del deseo, y de la urgencia de tenernos.

3 delirios ajenos:

Miguelo dijo...

me gusta leerte... aunque los anteriores eran un poco rotos jejeje

me ha encantado el final, muy muy bueno: 'Y hasta entonces, hasta que yo vuelva a ser tuya, y vos vuelvas a ser mío, solo sabremos del deseo, y de la urgencia de tenernos' joe que bonito.

El Vizconde Valmont dijo...

Un apunte: "y las promesas de esos momentos, resuenan como balbuceos inentendibles que se repite adentro mío".
Inentendible no existe, más bien ininteligible. En vez de "repite" debería ser repiten. Y "adentro mío"... bueno, más bien dentro de mí.
Me pregunto que le habrá hecho tener una pena tan grande, pero como decimos en Galicia y me ha dicho una gallega hace poco "nunca choveu que non escampara".
Escriba, escriba...
Escriba, Linda.

El Vizconde Valmont dijo...

Que bonito leerla con ese deje argentino.