the best offense is a good defense

no hago deportes, y sin embargo escuché repetir tantas veces la famosa frase "la mejor defensa es una buena ofensa" que pensé que también podía servir aplicarlo a la vida...
y así fue que avancé intentando tirar siempre el primer golpe, la primera piedra, decir primero la frase más fría para que no creyeran que mi corazón era rojo y estaba caliente, y que por él circulaban tanta cantidad de sentimientos...
tan preocupada estaba por atacar, que me olvidé de crear la defensa, de levantar la pared, de esconder mi corazón detrás de las tricheras... nunca pensé que podía conocer a alguien lo suficientemente fuerte para resistir cada uno de mis ataques y llegar hasta mi corazón sin que yo me diera cuenta...
pero llegaste vos, y fuiste inherte a mis piedras, a mis palabras, y llegaste hasta el centro de mi corazón, donde lo rojo es tan rojo que te duelen los ojos si lo miras directamente... no sé si por capricho, o por pura maldad, apretaste el lugar justo, y corriste, corriste lejos, muy...
vos ya no estás, él todavía sangra...
yo ya no ataco, ahora cada día me dedico a agregar un ladrillo más a mi pared...