babel

mitad casual, mitad buscado.
tus manos estaban ásperas, y mi piel demasiado lastimada... con cada intento de roce hacías sangrar viejas heridas...
las palabras se tropezaban unas con otras al querer escaparse de tus labios, y mis oidos hacían intentos vanos por no escucharte...
tus ojos estaban abrazados por algunas pequeñas arrugas producto del cansancio, y tu pelo caía desordenado sobre tu cara como siempre...
te quedaste callado mirando a lo lejos más veces de las que pude contar, tal vez imaginando cómo hacer para expresarte, tal vez pensando en ella, y en cómo no deberías estar recostado en ese sillón conmigo...
yo hablaba de nada, hasta que vos me dijiste cosas tan hirientes que ya no fui capaz de soportarlas...
volviste a convertirte en ese ser inescrupuloso, en ese nene caprichoso incapaz de ceder... volviste a ser ese que tanto detestaba, ese que tanto amé...
una vez más parecíamos hablar distintos idiomas, todo lo que decía salía confuso de mi boca, y todo lo que expresabas vos era equivocado, cuando quería quererte me salía echarte, cuando quisite irte, yo no pude rogar...
y así fue como perdimos una noche más y como dejamos pasar frente a nosotros una nueva oportunidad... Le dimos la espalda a la vida, y la posibilidad de un futuro juntos se nos escapó de las manos...
Tu ego sigue siendo demasiado profundo, mi orgullo sigue siendo demasiado grande...
Seguís siendo perfecto para mí, sin poder ser mío...
Sigo siendo perfecta para vos, aún sin serlo...