Me duelen las piernas de tanto andar, me pesan los hombros, y los brazos. Aún así, no paro. Tomo aire, junto fuerza, y sigo... Voy a buscarte, como cada tarde, como siempre, porque aunque no te encuentre, me reconforta saber que yo sí lo intenté, que yo sí peleé por vos...
Si sigo, es porque una tarde como hoy entendí que para nosotros no hay atajos, que tenemos que pelear porque nuestro amor es de los complicados, y porque el premio de tu cuerpo es el antídoto para mi cansancio...
Si sigo es porque entendi que lo que pasa entre los dos es cierto, que no tiene final, porque una noche vi volverse realidad mis sueños en tus besos...