Se quedaron callados mientras la tarde se deshacía frente a sus ojos... Sonaba de fondo una música que llenaba el aire sin llegar a ser molesta... Sus manos la recorrían, y con algunas caricias en los lugares correctos ella se estremecía y una sensación de electricidad le caminaba de los pies a los cabellos...
Él la miraba cerrar sus ojos, y corcovear su cuerpo... Ella pensaba en las mil formas en que le haría el amor en ese momento, mientras se le ruborizaban las mejillas y se dibujaba media sonrisa en su boca...
Entonces lo supo...
Se paralizó por el miedo, la atacó la ansiedad y respirar se le hizo cada vez más difícil. Sus propios pensamientos le cerraron la garganta y la sofocaron por un momento. Todo tembló, y ella escuchó ruido a roto, aunque en realidad nada había pasado...
Era tan evidente, y en unos sgeundo las imágenes de todas las señales se le vinieron a la cabeza: los ojos cerrados, apretar fuerte de su mano, las caricias, espiarlo cuando él no la veía, admirarlo, adorarlo, extrañarlo, pintar un mundo color de rosa, hablar de él aún cuando nadie estaba escuchando...
Ella había jurado no volver a hacerlo, había dejado de creer en el amor... Pero una vez más se había enamorado