veo temblar tus dedos que recorren las sábanas de mi cama, que nunca conocieron, hasta llegar a mi cuerpo... mi sonrisa se pega con un beso en tus labios, mientras abro los ojos para espiarte un poco... siento que tu cuerpo se aprieta, y que el mío se retuerce... entonces quiero escucharte decir todo eso que ni siquiera te atreves a pensar, y quiero que hagas todo aquello que pienso y no me animo a repetir...
hoy no tengas vergüenza, hoy no tengas miedo, agotemos los minutos o las horas que nos quedan antes de que el sol se cuele por mi ventana y me despierte haciéndome saber que nunca estuviste acá...