la forma en como brillaban los rayos de sol que se reflejaban en tu barba,
tu manera tan particular de entrecerrar los ojos cuando manejabas,
el temblor de tus manos la primera vez que me tocabas cada día,
el calor de tu mano apoyada en mi panza,
el hueco de mi espalda que era solo tuyo,
tu risa camuflada por el frunce de tu entrcejo cuando te querías hacer el serio,
la manera en que tus pies siempre alcanzaban los mío,
las veces que te acostabas y hablabas con mi techo...
quise quererte, sin morir en el intento, por eso
fuiste todo, y no lo sabías...
y aunque en realidad nunca te tuve, ahora en serio ya no te tengo... pero seguro que si hago el intento, todavía encuentro algún que otro motivo para esperarte...