Presentí que ibas a irte pronto, por eso llené tu cuerpo de besos, así cualquiera que se acercara sabría que antes estuve yo.
Ahora, un par de años después, un poco más usado, y un poco más cansado, vuelvo a encontrarte. Tu cuerpo sigue lleno de besos, pero ninguno mío. Los borro el tiempo, o las distintas mujeres que pasaron por vos en este tiempo...

Cuando me dijiste que nunca antes te habías sentido así, cuando emocionado me confesaste que nadie había logrado estremecerte de la forma en que yo lo hice, te creí. Pero a vos no te alcanzaba saberlo, sospecharlo... Pensaste que más allá podía haber alguien que incrementara aún más ese sentimiento. Tu gula nos alejó...

Pero ahora volves, con tu cuerpo lleno de besos, a buscar los míos. Porque no encontraste en otra, lo que conmigo habías tenido.