me quedé pensando en lo que dijiste, digo.
no, no digo, pienso...
y no es lo que dijiste, sino lo que escribiste y que yo lei con el tono y con las pausas y con los gestos que vos hubieras usado.
sos tan vos.
seguís siendo tan vos.
tan único.
pero mi vista está en el horizonte, y eso es adelante, aunque nunca lo alcance.
y vos te quedaste atrás, muy atrás, abajo de tantas otras cosas que pasaron después de vos...
y quedaste abajo, muy abajo.
lo suficientemente abajo como para que ya no pueda verte, ni tocar tu recuerdo, ni escuchar lo especial de tu risa, ni preguntarme por el nombre que tendrá el color indefinido de tus ojos.
y adentro.
lo suficientemente adentro como para que aunque no te vea y no alcance tu recuerdo, alguna vez todavía te piense.
y sí, me gustaría alguna vez vovler a verte, pero eligo avanzar, digo.
no, no digo.
pienso.