imaginame eterna,
con mi mirada perdida,
y mi sonrisa brillante
recordame eterea,
bailando al compas de la melodía de tus palabras,
deseame ardiente,
y que el fuego en mis dedos queme tu piel

ahora entiende.
cierra los ojos, respira profundo.
ya no quedan dudas.
ya no sobran las miradas.
ya no faltan las palabras...
duele.
pero entiende.

no puedo decir cuál fue el día,
cuál fue el momento,
cuál fue la palabra,
si faltó algo, si sobró algo...
no sé qué pasó, por qué, cómo.
solamente se dio así.
y acá estamos, yo donde siempre estuve, y vos, quién sabe.
pero te espero porque desde que te fuiste mi mundo perdió sus colores,
y las mariposas a las que me había acostumbrado se fueron con vos

a veces siento miedo.
miro a mi alrededor y me pregunto si esta era la vida que realmente quiero.
a veces el vértigo me hace sentir fuera de mi cuerpo, y veo mi vida desde afuera, como espectadora más que como protagonista.
pero la vivo, paso a paso, día a día.
trato de tomar las riendas, de evaluar opciones, de elegir las que creo mejores.
porque esto es todo.
acá, ahora, no quiero perderme un segundo.
después del próximo parpadeo podría tener 40 y la mitad de mi vida habrá pasado.
por eso trato de saborear las victorias, de aprender de mis derrotas, de levantarme cuando me toca caerme, y de evitar los errores de los que ya aprendi.
me río hasta que la panza me duele, y lloro derramando pedacitos de mi corazón.
no quiero despertarme un día con la sensación de que mi vida se termina y nunca sentí nada realmente.

las noches en que no necesitas mi compañía, tu indiferencia muestra tu verdadera cara.
entonces me doy cuenta de que no soy nadie, no soy nada, y todo pierde un poco el sentido. mis pensamientos dejan de recordarte y ya no me pregunto por vos. no imagino más mi cuerpo recostado en tu cama con un libro en la mano, mientras vos haces tus dibujos sentado en el escritorio. ya no invento momentos memorables de nuestro pasado, ni me imagino cosas impsibles en el futuro. no pienso en el viernes que viene, ni en como hacer para cruzarte casualmente y manipularte para que me invites a hacer algo.
las noches en que no me necesitas, tu soberbia borra en mi cualquier urgencia de tenerte, y por un rato, te olvido.

nadie va a saberlo.
nuestra historia nunca va a ser la trama perfecta de una película.
nuestro primer beso no va a emocionar a millones,
nadie va a repetir las frases que me escribías,
y nunca nadie va a llorar con nuestra despedida.
la nuestra es la historia más linda (triste) del mundo,
y nadie más que nosotros va a conocerla.

nos cruzamos.
yo corría de la oscuridad de mi soledad, de la lágrima fácil, de la historia fallida; vos te escapabas del compromiso insostenible, de alguna loca como yo que te quiso sin saber que no debería.
y nos encontramos.
no era el mejor momento, y sin embargo ahí estábamos.
nunca vi una madrugada desde tu cama, hasta que fue la última.
esa noche, y sin querer, mitad por mi inconsciente ansioso, mitad por el alcohol que habla a traves de mi, susuré que te quería.
la mañana siguiente no hubo despedidas.
nos despertamos, nos besamos, nos acurrucamos.
me trajiste a mi casa.
nunca más te vi.
(te tragó la tierra, o volviste a correr)

te extraño.
para que duela menos duermo las horas, y me callo las dudas.
hoy llueve, y si llorara, nadie lo notaría, las mías se fundirían con las lágrimas del cielo.
pero no quiero.
mejor me voy.
ya no te espero.

pareciera culpable, pero en el fondo no lo soy.
no pido esto.
no quiero quererte con cada latido cada noche, mientras tu cuerpo descansa solo o acurrucando cuerpos extraños, quizas.
no puedo evitarlo, no quiero necesitarte, pero quisiera que por una vez pudieras entender la magnitud de lo que digo.
quisera leerte las mil y una palabras que escribi pensando en tu nombre, quisiera decirte el número exacto de lágrimas que derramé por vos, quisiera contarte que la forma en que me besabas todavía me hace vibrar el cuerpo con su sólo recuerdo.
y sin embargo me callo, porque aunque quisiera dejarte entrar del todo, eligo preservarme, porque aunque me haga la fuerte, en el fondo sigo siendo yo: la sensible, la que piensa en vos aunque nunca supieras que estabas en mis pensamiento, la que se fija en los detalles, la que sufre por todo, la que todavía no aprende y que cada vez que te ve, salta al vacío inmenso de tus brazos...

se nos acabó el tiempo, se nos gastaron las palabras,
hace meses que la paciencia está en su punto límite...
pero hasta hoy seguimos intentando, probando, tirando,
porque siempre nos dijeron que no importa si llegas,
que lo importante es intentar.
nos mintieron.
entonces, indefectiblemente me lo pregunté:
qué había en nuestro futuro,
qué buscaba yo en vos,
qué buscaba yo con vos...
siempre intenté imaginar un final diferente,
aunque en el fondo, los dos lo sabíamos

son días
no hay sol,
no hay compañía,
no hay respuesta,
ni solución,
ni consuelo.
son días que pasan...
después las cicatrices cierran.

es lo que siempre pasa:
la ironía de no saber querer lo que se tiene
hasta que se lo pierde;
el desafío de quebrar lo inquebrantable,
de hacer que se enamore el que solo busca compañía;
no saber apreciar la subestimada compañía de la soledad;
la ignorancia de creernos incompletos
porque nos falta lo que dicen que debería ser "nuestra otra mitad";
la mentira constante del amor eterno;
la risa burlona del tiempo
que arraza con todo lo que creemos perfecto
- y lo desgasta-;
el creer que la lágrima duele sin saber que duele más lo que no se llora
y queda encerrado en nuestra alma;
el reloj sin manecillas;
las melodías sin letras, y las letras sin melodía;
las palabras que nunca se dijeron y rebotan entre uno y otro pensamiento;
los susurros del viento;
la primera estrella;
el brillo del sol que envolvía tu cuerpo;
tu nombre que aparece por la noche entre sueños...
es lo que siempre pasa,
y yo ya no te tengo

como un pez fuera del agua,
así me sentí:
desubicada,
moribunda,
asficciada.
verte caminar de su mano me enfrentó a la realidad de mi mano vacía.

no me di cuenta de que el tiempo avanzaba más lento,
ni de que los brillos se fueron decolorando.
no me di cuenta cuando las conversaciones se tornaron triviales, y tus manos se iban alejando.
cuando lo supe fue tarde.
no había vuelta atrás.
hacía ya mucho tiempo vos te habías ido.

digo que la culpa fue tuya,
aunque probablemente haya sido mía,
siempre es mía...
y también del destino,
y de sus caprichos y sus ironías.
nunca quise perderte
pero te fuiste justo cuando empezaba a quererte.
sé que lo dije muchas veces,
pero cuando realmente empezaba a sentirlo,
te quebraste.
el tiempo ya se había colado entre nosotros,
y ya todo parecía dicho.
así que te fuiste.
yo me quedé sentada viendo por la ventana como tu auto doblaba la esquina.
mis labios temblaban, y el te quiero que venía desde lo más rojo de mi corazón no tuvo un oido ajeno que lo escuchara

el verano se acerca, y extraño tu voz temprano en la mañana.
extraño cosas extraordinarias de vos,
pero lo que más me hace falta son las cosas cotidianas:
la forma en que tus manos y mis manos siempre se tocaban,
la alegría que me llenaba por el solo hecho de saberte mío,
que te acordaras de poner las dos cucharadas de azucar en mi chocolatada.
es mucho lo que me falta de vos,
pero son esas cosas, los detalles,
las intenciones sutiles de complacerme en cada mínimo capricho,
y que supieras cuales eran esos caprichos
lo que hace que tu recuerdo siga intacto en mi mente,
y tu lugar siga vacante en mi corazón

Tengo miedo que vuelvas enfurecido y lleno de rabia a buscar en mí lo que me robé de vos antes de irte, todos tus recuerdos, las mil sonrisas, el color de tu mirada. Entonces quedaría vacía, más inherte que las muñecas de piel de porcelana que colecciono sobre la cabecera de mi cama.

invento que es el alcohol,
que el ron me corre por la sange,
que la música está muy fuerte y me aturde,
que todo eso combinado me confunde.
y en realidad sos vos,
vos y tu cuerpo,
vos y tu pelo desprolijamente perfecto...
no hay excusas,
y me tiemblan las piernas y todo el cuerpo,
tengo miedo, y me paralizo
y es el vértigo
esa sensación de pánico y deseo de saltar al mismo tiempo...
y salto al vacío sintiendo el viento frío que golpea mi cara para acabar en el refugio de tus brazos y escondernos de todos aquellos que podrían juzgarme y acusarnos.

te extraño desde la primera noche que te vi hace cuatro años, y mucho más desde la última noche que te vi, hace dos meses.
creo que nunca voy a dejar de extrañarte, aunque suene exagerado, es por ser fatalista.
y no sos solo vos, sino vos conmigo, y yo con vos.
extraño que mi risa suene dulce y complaciente, que mis ojos brillen de felicidad, que mi sonrisa sea plean y real, y no fingida.
extraño que con un roce cada centímetro de mi cuerpo sienta cosquillas y se me ponga la piel de gallina, y también la ansiedad incontrolable antes de poder verte.
extraño ese tiempo en que el amor significaba alegría.
extraño esos días juntos, cuando el amor no dolía.

Era magia, pero nunca lo supiste.
Estaba mucho más allá del sentimiento humano del amor,
era más real, más intenso, más pleno.
Era amor, pero era magia,
era algo así como un amor mágico, de esos que uno piensa que solamente puede encontrarse en cuentos y vivirse en fantasías.
Ahora no queda nada.
Nada de nada.
Solo recuerdos que son mitad reales, y mitad producto de mi imaginación.
Se mezcla en mi mente lo que pasó, y lo que quería que pasara, o lo que no hubiese querido que pasara nunca.
Estoy tan lejos de tu adios, como de vos,
y sin embargo hoy al pensar en vos, y en tu nombre algo adentro me hierve, y la piel me quema, y el corazón se me retuerce un poco.
Algo así como esa sensación de volver a probar un sorbito de café después de haberte quemado y ampollado con el primero.
Pero lo sé: el que quiere celeste que le cueste, dicen...
Nada que alguna vez no duela vale la pena.
Así que acá estoy, conviviendo con los ecos de tu recuerdo,
y reinventando en mi mente el sonido especial de tu risa.

yo todavía te espero en donde ya no venís a buscarme

sé que eso del amor no es lo tuyo, aunque en realidad no sé por qué.
supongo que porque nunca te tocó todavía, o tal vez tenés un poco más de miedo que yo.
sé que no se te da.
por eso me río cuando abrazas a otra mientras me miras.
porque aunque a veces me quiebre por dentro y no quiera enfrentarlo,
en el fondo lo entiendo.
y te entiendo.

"me acuerdo de muchas cosas", me dijiste mientras acercabas tu boca a mi cuello, y mi mundo tembló un poco...

me quedé pensando en lo que dijiste, digo.
no, no digo, pienso...
y no es lo que dijiste, sino lo que escribiste y que yo lei con el tono y con las pausas y con los gestos que vos hubieras usado.
sos tan vos.
seguís siendo tan vos.
tan único.
pero mi vista está en el horizonte, y eso es adelante, aunque nunca lo alcance.
y vos te quedaste atrás, muy atrás, abajo de tantas otras cosas que pasaron después de vos...
y quedaste abajo, muy abajo.
lo suficientemente abajo como para que ya no pueda verte, ni tocar tu recuerdo, ni escuchar lo especial de tu risa, ni preguntarme por el nombre que tendrá el color indefinido de tus ojos.
y adentro.
lo suficientemente adentro como para que aunque no te vea y no alcance tu recuerdo, alguna vez todavía te piense.
y sí, me gustaría alguna vez vovler a verte, pero eligo avanzar, digo.
no, no digo.
pienso.

hablábamos de los temas más superficiales para disimular las ganas de besarnos.
te preguntaba de tu vida, y tus pasatiempos, mientras vos tratabas de escurrir tus manos entre mis piernas.
no tardamos mucho en perdernos en un remolino de sensaciones y suspiros agitados, y aunque no era el momento ni el lugar adecuado, nos dejamos llevar.
lejos de ojos prejuiciosos, volvi a ser para vos esa que alguna vez inventé para convencerte de perderte en mis brazos. mi alterego me cambia, y te convence, y entonces no hay conciencia, ni razones, y soy tuya.
te quise nuevamente por esos escasos minutos que duró nuestro encuentro...
que no hay dos, sin tres...
...dicen...

tus labios estaban tan cerca de los míos que sentí el calor de tu aliento cuando prometiste que no ibas a besarme. tenías una mano sobre mi rodilla y tu dedo índice acariciaba el pedacito de piel que se escapaba por los hilos de la media que acababan de quemarme.
primero un roce entre tu boca y la mía, y un escalofrío que me invadió el cuerpo.
después caricias, seguidas por unos cuantos besos descontrolados, y tus brazos que me abrazaban, y mis manos que te tocaban, y una explosión de sensaciones y pensamientos que no fui capaz de controlar.
todo terminó rápido, y me fui con la cabeza mirando el piso.

para convencerte:
¿qué hubiera podido decirte que no te hubieran dicho ya?
no habían palabras.

lo intentó con más fuerza que cualquier otra cosa que hubiera intentado antes, tiró con cada músculo de su cuerpo, y lo deseeó con cada fibra. aún así, nada pasó, nada cambió, el reloj no volvió hacia atrás sus agujas ni tan siquiera un segundo, irónicamente parecía haber empezado a andar más rápido. se sintió tan frustrada que el aire al ingresar por sus pulmones la mareaba de lo denso que lo sentía. cerró los ojos unos minutos tratando de concentrarse, aunque no sabía muy bien en qué. entonces todo fue muy claro: el tiempo podía no querer volver, pero ella no lo dejaría escaparse.
y así fue como llamó por teléfono a todos esos amigos de los que se sabía el número de memoria (porque esos eran los que más importaban) y habló por horas. volvió a ver sus películas favoritas, salió afuera y lo absorbió todo, y no importaba que estuviera lloviendo, era una cosa maravillosa más cuya explicación todavía no comprendía. se hizo mil promesas a sí misma, y a media que pudo las cumplió una por una. cantó, aunque no pudiera entonar correctamente una sola nota, y lloro, aunque ya no doliera.
nunca más el tiempo se iba a ir de sus manos, ahora ella hacía valer cada segundo.

lo que no hice, lo que no dije, lo que no pude...
y vos decis que esta todo bien, y yo mientras trato de odiarte pienso en como podría no quererte...
con vos todo es tan fácil, tan cómodo, tan sin problemas...
nada te afecta, y nada te importa, por eso mis ataques de ansiedad y mi locura se disimulan, y se aplacan con tu tranquilidad...
entonces quiero odiarte más, por no ser odioso, ni problemático, ni molesto.
y entonces me gustas más, justamente por no serlo...

debería aferrarme a ese recuerdo, al de anoche,
al desprecio injustificado, al maltrato subliminal, al rechazo constante...
y sin embargo, cada vez que tus pies arrastran a tu cuerpo hasta donde está el mío, me olvido de pensar... la múscia me aturde, y el alcohol me nubla la vista, entonces me imagino que tu voz y tus ojos me invitan... me pierdo siguiendo tu cuerpo que se mezcla entre la gente, hasta que en la mitad de todos, tus brazos me rodean cubriéndome por completa... entonces desaparezco, y me siento abstraida de este mundo, y puedo ser tuya, mientras vos te dejas ser mío porque en esta cuarta dimensión que ahora me absorbe no hay cosas prohibidas, ni dedos acusadores, y el tiempo no corre...

si parecía feliz,
a quién podía inportarle lo que le pasara por dentro?
por ese entonces sonreía más que el común de la gente, creo que nadie nunca la vio deprimida, no sé si porque nunca lo estaba, o porque cuando lo estaba no salía.
pero ese día particular su alegría lo alumbraba todo, y su risa melodiosa y contagiosa colmaba el aire.
fue cuando se despidió y volvió su cabeza para saludarlo que notó ese dejo de tristeza en el rabillo del ojo. él no le dio importancia, o no supo reconocer lo que significaba.
esa noche no hubieron llamadas, y faltaron palabras. su mundo se derrumbó mientras él ni se acordaba. su corazón rojo se tornó de un gris claro, mientras todo el brillo que antes contenía se escurrió por sus manos...
por todo eso que a ella le faltaba, ya no hubieron más alegrías en sus mañanas.

te vi pasar y te ignoré para no tener que fingir una sonrisa.
sentí tus ojos clavarse en mi nuca, y un escalofrío me invadió, pero no me di vuelta.
mis rodillas temblaron, pero nadie lo noto.
sentí que se movía el piso, entonces saludé a mis amigos, y me fui.
-si, todavía ocupás un lugar así de grande en mi mundo-
llegué a mi casa dispuesta a recolectar lo que quedara de vos y deshacerme de todo.
la bolsa comenzó a llenarse con pequeñeces, una vieja entrada, una carta con polvo, los pétalos de una flor marchita, un cuaderno con palabras que nunca leerías, y un largo etcétera muy poco relevante.
cuando estuvo llena hice un nudo con todas mis fuerzas, y para tirarte bien lejos me tomé el trabajo de dejar la bolsa en la calle con el resto de mi basura.
entonces entré confiada, con la sensación de una ganadora,
y me encontré con tus ecos que todavía resonaban,
y me encontré con un recuerdo que no olvidaba,
y me encontré con tu ausencia...
... no sé qué puede hacer para borrar tu ausencia...

ni las olas se acercan para acariciar mis pies
ni las mariposas vuelan por mi jardín porque estoy enamorada
ni las risas son melodías
ni el corazón se rompe cada vez más
ni las lágrimas arden
ni las palabras cortan
ni el viento juega con las hojas
ni mis susurros te llegan por la noche en tus sueños
ni mi boca siente más la suavidad de la tuya
ni existe la segunda estrella a la derecha que me lleva a nunca jamás
ni vas a volver para que vos y yo seamos un trillado felices para siempre



"yo que soñaba despierta, ya no sueño ni dormida"

no quisiera admitirlo, pero sé que estoy creciendo
(por no decir envejenciendo, no de vejez, sino de adultez)
me doy cuenta de que a veces me preocupo un poco más, y disfruto un poco menos. pienso más antes de hacer algo, y la espontaneidad no se arrebata de mi cuerpo tan seguido. evalúo situaciones, caras, ideas y consecuencias. el alcohol y yo seguimos siendo fieles en las noches de salidas, pero ahora lo tomo porque lo disfruto y no porque sea el condimento que necesita mi locura para despertarse -mi locura se despierta poco-. la gente que tengo cerca es menos que antes, pero vale mucho más, me río menos también, pero lo siento en serio.
un balance ni tan bueno, ni tan malo...
sin embargo algo me perturba y es que últimamente me repito demasiados "y si" y me quedo con las ganas, cuando antes era a la que siempre había que decirle "te lo dije".

(prefiero arrepentirme que quedarme con las ganas)

te esperé más tiempo del que nadie espera a nadie.
me senté a ver como las horas del reloj avanzaban hasta desaparecer.
el frío se fue y me trajo unas flores -fresias-.
mi pelo se marchito, y mis labios se hicieron cenizas.
ya no espero.


ahora me voy tras tus pasos...

es un juego que jugamos cuando la tele no entretiene, y el fin de semana se acerca.
me hablas, o te hablo, y la charla refleja matices de una amistad aparentada. propuestas prohibidas, risas sugerentes, un si camuflado que es un no al mismo tiempo.
es un juego que jugamos, hasta que apago la luz, y pienso en las excusas para cancelar todos mis planes, y tratar de adecuar mi recorrido al que sé que vos vas a hacer, porque quiero verte y seguir jugando durante 10 o 15 minutos cara a cara, hasta que el juego sea demasaido peligroso y tenga que escaparme, o te pida que te vayas.
es divertido, hasta que me doy cuenta todo lo que arriesgo. entonces recapacito y ya no estas entre mis prioridades.

viste como es.
hay gente que me hace acordar a nosotros, aunque nosotros ya no seamos.
los veo, y veo eso que hubiesemos podido tener, que íbamos a tener,
y la piel se me eriza un poco, y el estómago se me revuelve.
pero sigo, porque como lei hace poco, la vida es demasiado corta para ser otra cosa que no sea feliz...
así que soy feliz, casi tanto como lo sería si todavía estuvieras conmigo.
pero te extraño, sería hipócrita (y lo soy cada vez que de casualidad alguien te nombra) si dijera que no.

es una lucha constante entre mis implusos y mi razón. siempre me quedo quieta, porque la conciencia es más fuerte, y no sé si eso es bueno, o es malo...
hablarte es inofensivo, porque al final del día la parálisis me supera y todo sigue igual. pero para evitar problemas, y por si por esas casualidades de la vida mi conciencia estuviera dormida por un rato, directamente me abstengo.
yo sigo pensando en cosas para decirte, mientras vos seguís sin saber que yo sigo pensando en vos.

me pregunto por vos... por tus alegrías, y por tus temores. por tus problemas, por tus caídas, me pregunto si extrañas la mano que te tendía para levantarte.
¿hace ya cuánto que no nos vemos? ¿4, 5 meses desde ese último encuentro, donde el alcohol te llevó a hablar irracionalmente, y la múscia no me dejaba escucharte?
cada vez te recuerdo menos. reprimo lo que me queda de vos para que el presente se haga más llevadero, para que mi vida no parezca tan vacía. no volvieron a haber besos tan verdaderos como los tuyos.
cada vez me parezco más a la que no quería ser estando con vos. me encuentro disfrutando cosas que vos disfrutabas, y yo me negaba a aceptar como mías. me encuentro reconociendo en mí necesidades que vos necesitabas, y ahora te entiendo un poco más. pienso qué diferente hubiese sido todo si me hubiera dejado domesticar por tu amor. pero no fue. siempre tuve una necesidad injustificada de revelarme a todo, sin importar qué fuera.
el tiempo no vuelve. y pensándolo bien, no quiero que vuelva. me gusta la que soy hoy, me gusta en lo que me convertí. sigo siendo un poco la que era, pero aprendí cosas en el camino que me hicieron crecer un poco, ablandaron mi orgullo, y endurecieron mi corazón. creo que te gustaría volver a conocerme. yo sé que a mí me gustaría conocer tu nuevo vos.
me gusta pensar que el destino nos tiene preparada alguna sorpresa, algún encuentro que haga temblar el suelo bajo mis pies, y me de cuenta de que seguís siendo para mí.

cualquiera diría que no te quiero, que no sos más que un desconocido al que alguna vez conocí.
y sin embargo, pienso en qué harías vos, antes de hacer algo; cuando me pasa algo bueno, pienso que después tengo que contártelo; cuando estoy feliz, pienso que sería el doble de feliz si estuvieras para compartirlo conmigo.
por que parezco fuerte, pero cuando me quedo sola, y tengo miedo, necesito que me abraces y me cuides...
porque aunque ya no te tenga, sé que vos sos mi "felices para siempre".

Presentí que ibas a irte pronto, por eso llené tu cuerpo de besos, así cualquiera que se acercara sabría que antes estuve yo.
Ahora, un par de años después, un poco más usado, y un poco más cansado, vuelvo a encontrarte. Tu cuerpo sigue lleno de besos, pero ninguno mío. Los borro el tiempo, o las distintas mujeres que pasaron por vos en este tiempo...

Cuando me dijiste que nunca antes te habías sentido así, cuando emocionado me confesaste que nadie había logrado estremecerte de la forma en que yo lo hice, te creí. Pero a vos no te alcanzaba saberlo, sospecharlo... Pensaste que más allá podía haber alguien que incrementara aún más ese sentimiento. Tu gula nos alejó...

Pero ahora volves, con tu cuerpo lleno de besos, a buscar los míos. Porque no encontraste en otra, lo que conmigo habías tenido.

me mordí la lengua para no hablarte,
mientras mis manos permanecían atadas para no marcar tu número.

Quería llamarte.
Sabía que no era la hora, ni el momento adecuado, pero lo necesitaba.
Veía tu número apareciendo en la pantalla, y mi dedo esperaba juntar fuerzas para marcar el botoncito verde que te llamaba.
Entonces sonó mi teléfono. un número que no era el tuyo trataba de comunicarse, y atendí para distraer mi pensamiento de vos... Me entretuve por un rato, y cuando media hora más tarde por fin corté, no fui capaz de encontrar motivos para llamarte.
Seguía teniendo cosas para decirte, pero el impulso se había ido, y los efectos del alcohol habían desaparecido por completo.
Entonces me dormí. Es posible que hayas aparecido en mi sueños, o no, no lo sé...
Últimamente estás, y tengo urgencia de llamarte. La culpa me lo impide día tras día. Todavía algo de conciencia me queda. Es bueno saberlo.
Hoy el horóscopo en la última página de la reviste me dice que reniego de mi situación amorosa, y me arrepiento de errores pasados... Puede ser... El tuyo dice que es posible que tengas un encuentro casual con tu ex... Y yo ya no sé cuál es el grado de mi locura, pero creo que aumenta cada día un poco más.
No sé de vos más que ya no vivís donde solías hacerlo. Te olvidaste de mí, y de nuestra vida. Ya no pensas en nuestro futuro.
Pero necesito hablarte, porque en el fondo hay cosas que sólo vos entenderías.
Porque todavía creo que sos el único ser que se acopla perfectamente a mí.

no había sol que pudiera alegrar su tarde. el día había empezado bien, pero con el paso de las horas había ido decayendo. tenía mucho para hacer, pero no tenía ganas. y la angustia también le jugaba en contra. se encontraba en un punto estancado en su vida. quería avanzar a pasos agigantados, y sin embargo no se movía. dependía del tiempo, como siempre. quería escaparse, tenía ideas, quería cumplir sueños. sabía que cuando se terminara este período sus sueños permanecerían inconclusos, y eso le molestaba. quiso hacer algo, pero era tarde. entonces se sentó a esperar. le aburría su vida, y sus ideas no eran lo suficientemente fuertes como para llevarla lejos a esos lugares que inventaba para refugiarse en los días así.
el único escape era la televisión. si veía y escuchaba algo que la distrayera ya no tendría que pensar, y todo lo malo se alejaría. de cualquier forma era una solución parcial, porque sentada frente al aparato su vida seguía estática, y cuando se apagara, los problemas volverían.
no había solución ni respuesta clara. no había opción. escaparse ya no era una posibilidad.
suspiró. lo pensó. se resistió.
después se rindió... puso empeño en los quehaceres, hizo lo que tenía que hacer...
sus sueños seguirían ahí expectantes para cumplirse unas semanas después cuando ella se librara de sus obligaciones.

te sorprendiste cuando con ese beso intenso te arrebate todo pensamiento de tristeza. seguía siendo yo, pero qué distinto era todo! volví a ser tuya, y la noche volvió a ser nuestra... nunca te quise tanto como en ese momento en que tus ojos intentaron decirme lo que nunca fuiste capaz de aceptar. me veía reflejada en ellos, y por primera vez supe que ésto estaba bien.
ahora me doy cuenta que de diferente esa noche, no tuvo nada... era una noche más en que vos montabas un personaje, y yo era la misma que siempre te había creído.
ahora junto los pedazos de mí que quedaron desparramados por la casa, mientras trato de convencerme que no fue para tanto...
una vez más te tengo que volver a olvidar...

te vas de mi en los contornos de estas letras gastadas, y en las canciones que ya nunca canto mientras ya no te espero...
te escapas por las cuencas de mis ojos en cada gota salada que se desprende de mí por extrañarte...
te alejas en cada palabra que muere antes de llegar si quiera a ser pronunciada...
pero volvés,
siempre volvés...
aunque es mentira, y en realidad nunca te vas...
nunca te fuiste.

no era culpa de la radio, y sin embargo ella descargó un golpe con la mano abierta sobre el aparato, y unas palabras poco gratas al locutor. claro que no tenía nada que ver una cosa con la otra, pero eran los únicos testigos que le hacían compañía por esas altas horas de la noche.
cada canción lenta le rompía más el corazón. había guardado el amor adentro tanto tiempo que había explotado en miles de pedazos que ahora la invadían como pequeñas astillas esparcidas por todo el cuerpo.
no se permitía pensar. sin embargo las ganas de llorar eran más fuertes que nunca. más que cualquier otra cosa, más que el tiempo malgastado, más que las mentiras, lo que le molestaba era saber con certeza (porque sabía) que él ahora se estaba divirtiendo y que por ningún motivo estaba pensando en ella.
quería hablarle, pero no tenía nada para decirle. todas las ideas le venían juntas a la cabeza, pero ninguna era lo suficientemente lógica para ser pronunciada.
una noche más se deshizo frente a sus ojos... las horas pasaron libres de eventos como lo habían hecho los últimos días... él nunca supo de las lágrimas silenciosas... ella se fue a dormir con la salida del sol sin sospechar que cuando él cerró sus ojos, la recordó y le deseó dulces sueños.

ya no hay tinta en el tintero,
no hay abrazos, no hay más besos
se acabó el tiempo.
no existe un vos, ni un nosotros,
no hay imágenes, ni hay recuerdos...
sólo me pareces un sueño que alguna vez casi pude tocar...

el problema cuando te vas es lo que queda...
despedirme es lo suficientemente lastimoso como para tener que convirir con tus manías, con tus presencias, con tus recuerdos...
te vas, pero el hundimiento en el costado del sillón donde nos sentábamos a pasar las tardes de frío no desaparece por mucho que intente cambiarle la forma. la pared contra la que nos acomodamos tantas veces sigue ahi y me mira burlona. el antojo insaciable de brownies a la tarde ya no se aplaca.
el vacío de mi vida hoy no se llena con nada

¿qué voy a hacer cuando me faltes? ¿que voy a hacer si no te tengo? el miedo me paraliza, y la sonrisa que insisto en fingir ya no es creible. te quiero tanto que me duele, siento el el amor quisiera salirse de mi cuerpo a abrazarte, y en el intento no hace más que lastimarme. no sé si nos quedan horas, o días, ni cómo aprovechar el tiempo que nos queda. me hundo en un vacío cada vez más grande, y todas las palabras que conozco no me alcanzan para calmar mi ansiedad.
por si no volves a leerme, por si no vuelvo a saber de vos, quiero decirte un último te quiero... sabes que eso es verdad, hay cosas que no pueden fingirse.

quería que estuvieras ahi,
que me abrazaras en mi cumpleaños,
que este verano volviéramos juntos a la playa,
que durante los finales estudiaras conmigo en mi casa...
quería que vinieras hoy,
que tomemos el te con nesquick y tostadas,
que nos tiráramos a ver una película esta noche
mientras afuera el frío rompe corazones.
quería besarte por última vez,
que escucharas mi te amo que sigue siendo cierto,
que me regalaras uno para quedarme de recuerdo,
que me abrazaras y secaras mis lágrimas que seguían cayendo...
quería tenerte hoy y siempre...
quería que te quedaras,
quería que nunca te fueras...

ojalá sea cierto para vos, porque lo es para mí...
porque es verdad cuando te digo que si miro desde tus ojos todo se tiñe con un leve resplandor, y brilla un poco más... porque cuando camino de tu mano por algún motivo mi cuerpo es más liviano, y la gravedad hace menos efecto sobre mi, y vuelo en poco... porque es más cómodo dormir sobre tu pecho, que sobre mi colchón frío...
me acostumbré a tenerte.
los días que no te veo, te extraño tanto que duele...
quedate a mi lado.
nunca me faltes.

sabiendo que ya no sé del destino de tus besos,
me pregunto si alguna vez pensaste en volver...
a veces todavía me acuerdo de las horas gastadas mirando juntos el techo,
y la escarcha que se depositaba sobre mi auto, o tu auto mientras estábamos juntos hasta la madrugada.
el tiempo es otro, y se mueve más rápido.
no pienso en vos, ni en mi cuando estaba con vos, ni en lo que te convertías cuando estabas conmigo.
nunca rompimos promesas porque nunca prometimos nada,
y hoy cuando te veo, todavía te saludo, y te sonrío...

el cigarrillo no calmaba la ansiedad, y el alcohol no hacía callar esa voz interna. la noche era más oscura con el paso de las horas y su pulso era cada vez más débil. no había mucho más por hacer, se sentía vencida y derrotada. ya no tenía fuerzas, ni esperanzas, ni ganas. cada nota que salía del reproductor era como una puntada en su corazón. la soledad terminó por enloquecerla. empezó a confundir formas y colores... sin saber cómo se imaginó cerca del océnano. lo veía muy nítido, era de ese azul profundo; ni verde, ni celeste, ni turquesa, era azul. las olas la invitaban, y ella se dejó caer sobre él...
las cortinas en su cuarto ondeaban con el viento frío de la noche, la ventana permaneció abierta, el cigarrillo se terminó por consumir solo apoyado en el cenicero, los hielos en el vaso se hicieron agua, y se mezclaron con el whisky... visto desde arriba, su cuerpo parecía una figurita de contorno colorado pegada al pavimento.

vuelvo a caer.
el lado oscuro me llama,
y hago un esfurzo para no avanzar.
nunca fue la solución,
pero siempre me calmó.
lo haría,
pero tendría que dar demasiadas explicaciones.
es difícil ocultarlo.

fue como tenía que ser,
no como yo quería que fuera...
después de todo, nunca encajé en el papel
de diosa de hollywood de los años 60
andando en un descapotable rojo
y con el pelo volvando perfectamente desordenado al viento,
aunque me gustaba creer que sí.
en cambio,
pareciera que soy la actriz secundaria
la que es sombra,
la que se sienta a un costado con un vestido feo...
y así se me pasa el tiempo,
viéndolo todo con los ojos soñadores de quien no alcanza...

es culpa del frío
de la oscuridad
de lo poco que iluminan las estrellas
y de que la luna esta noche no está...
es culpa del tiempo
del recuerdo huérfano que me persigue
de la hora que no puede frenarse,
del reloj que no puede vovler atrás...
es culpa de la cotidaneidad,
de que uno se acostumbra a ciertas presencias
de que algunas ausencias jamás pasan desapercibidas,
de que algunas personas son imprescindibles...
es culpa de mi cama que es measiado grande para mí sola,
de los ecos del recuerdo,
del hueco en mi costado izquierdo,
de la lágrima fácil...
es culpa del mundo que es injusto,
de las paradojas,
de la ironía que a veces quiere ser protagonista,
de la mala suerte con que fui maldecida...
no te tengo, pero te pienso y te recuerdo,
te quiero y te siento...
no importa que busques excusas,
por culpa mía
vos ya no estás...

no debería
pero la noche me acecha,
y si no te escribo lloro...
con la ansiedad reprimida y el insomnio que se hace cada vez más grande
comienzo a pensarte y recuerdo tu sonrisa que inventaba primaveras donde no las había, y tus ojos que cantaban canciones que yo nunca conocería...
recuerdo tu pelo desprolijo y desordenado, y las palabras que en secreto nos susurraba la noche para convencernos de mantenernos abrazados...
me acuerdo del miedo de perderte, y del dolor cada vez que tenía que dejarte, de la incertidumbre de no saber si esa sería la última vez, o si tal vez volverías a necesitar de mi compañia...
si pudiera, volvería el tiempo atrás, para decirle a la que era que no te deje ir, que por más que lo intente, nunca va a olvidarte...

te veo que entras y aún desde lejos logro reconocer tu sonrisa torcida y tu gesto de querer estar en cualquier otra parte. no sé muy bien a qué viniste, y tus intenciones se me figuran idescifrables porque tu espontaneidad arruina cualquiera de mis predicciones.
como si fuéramos viejos amigos y ya no doliera, empezamos a reirnos del pasado... tus preguntas indiferentes esconden tu curiosidad real, mis respuestan tienen un dejo de tristeza...
te miente mi sonrisa, y mi mirada, disimulo lo que pasa para que la noche valga la pena, porque sé que la mañana va a dejar mucho que desear...
entre copas tu mano se deposita en la parte baja de mi espalda, y me susurras cualquier cosa como excusa para rozar tus labios con mi oido sabiendo que esa es mi debilidad...
vuelvo a quererte sin hacerlo, y soy tuya, una vez más

lo sabía, pero no quería saberlo.
se hizo la desentendida, y miró para otro lado.
cuando volvió a buscarla ella volvió a bersarlo
como si todo aquello nunca hubiera pasado...
con ese beso ella quebró la pasión y el deseó,
con ese beso, de una vez y para siempre, lo olvidó...
mientras, él se derretía en sus suspiros,
la recorría con sus manos y pensó que esta vez era distinto...
mientras ella lo olvidaba,
él se enamoró

no te vayas, no es tu hora
te prometo que no es el sol lo que entra por la ventana...
dejame que la cierre,
que la noche siga intacta entre las paredes de mi cuarto.
dejame secuestrarte, convencerte,
volver a amarte.
volve a tocarme, hay lugares que todavía no alcanzaste,
mirame y recordame,
por si no logro convencerte de quedarte...
absorbeme, abrazame,
hoy soy tuya como nunca antes.
sólo depende de vos y de mí
y de que hoy formemos un nosotros...
quedate, que voy a simular la noche por unas horas
hasta que el sol se canse de intentarlo...

es divertido hasta que duele
hasta que las lágrimas se escurren sin permiso
y el recuerdo de vos y ella me quiebra el corazon...
es divertido hasta que admito que me gustas un poco mas de lo que deberías
hasta que me doy cuenta de que inminentemente nunca vas a ser mio
y siempre voy a ser una mas para vos...
es divertido hasta que deja de serlo
hasta que la noche termina
y yo estoy sola, y sin vos...

BASTA PARA MI,
PARA TU AMOR,
FUE SUFICIENTE!

mi memoria selectiva se olvida,
y vuelvo a creer en tus ojos,
y vuelvo a perderme en tus besos,
y vuelvo a escuchar tus palabras...
entonces me encuentro una noche mas perdida en tu juego,
esperando expectante una reacción o una respuesta que no tiene ni lugar para nacer...
y me voy odiando la vida,
y odiando el mundo...
y llego odiándote por mentirme de nuevo,
y odiandome por volver a creerte...
pero ya no...
no mas...
este es mi recordatorio,
de esta NO ME OLVIDO!

ni tu mirada,
ni tus ojos que no son míos,
ni tus manos,
ni tus caricias,
ni tus abrazos rompehuesos,
ni tus palabras que son mentiras,
ni tu besos,
ni el calor que me das con tus besos,
ni tu nombre,
ni tu recuerdo...
me canse!
de vos ya no quiero tener nada!

se miraron
sus ojos en dos segundos se dijeron todo eso que siempre habían callado
el tiempo había sido mucho
y la distancia era más grande que su amor,
aunque físicamente casi no había espacio entr ellos.
dicen que nunca es tarde,
pero lo era.
ella estaba cansada,
el se había gastado.
cuando se abrazaron no sintieron romperse sus huesos,
cuando se besaron ya no tenían gusto a caramelo,
cuando se acariciaron no les vibró el cuerpo...
qué podían hacer ahora que ella no era ella, y él era un despojo de su pasado?
qué podían hacer ahora que lo único vivo que quedaba en cada uno era un destello en sus ojos?
el amor seguía ahi, o el recuerdo del amor, o las ganas de amar, o la necesidad de darse lo que nunca pudieron... no sabían muy bien qué, pero algo había.
entonces él entendió, tomó un sobro de su café (aunque no mencioné que estaban en un bar) y sonrió...
ella lo miró para alcanzar su pensamiento...
está vez la que se iba era ella...
tuvo miedo, se fue con una lágrima que no dejo nacer, y todos sus recuerdos.

te pegaste.
te adheriste a mi recuerdo, llevo tu piel sobre la mía, tu imagen está grabada en la parte interna de mi párpado.
cierro los ojos, y te veo...
pienso, y tu veo...
duermo, te sueño, y te veo..
me sacudo, no puedo sacarte...
estas, sin haber estado nunca estar
sin querer estar, estas...
y no entiendo, y me erizo, y me encrespo y me enojo
pero no salís, no te saco.
seguís ahi...
y decis que queres todo, aunque a lo mejor no me lo decis a mi
y yo me estoy imaginando soles donde no los hay
o a lo mejor si...
y yo también quiero todo
pero no sé si sabrías manejarlo...
aunque sí sé, y sé que no sabrías...
pero necesito darte el beneficio de la duda

una noche más y solo quiero sentarme a llorar como antes cuando no te tenía, como ahora que aún no te tengo... pareciera ser que no voy a tenerte nunca, y no es que no lo supiera, es que por estos días perdí las esperanzas y de a poco empiezo a entenderlo...
no perteneces a mí, ni a nadie -ni lo vas a hacer-.
con los ojos cerrados te busco y entre gota y gota te llamo. ojalá hubiera más respuesta que mis propios suspiros...

por ahora acá me quedo, esperándote en donde nunca viniste.

que te quiero sin quererte
que no encuentro un solo motivo para esperar
pero te espero,
que mi vida es un poco tuya aunque nunca lo supieras
que los colores son un poco más intensos cuando los miro desde tus ojos
que las mentiras se vuelven reales
que los miedos son otros...

que te quiero sin quererte
pero a mi -a tu- manera te quiero.

hablas y te creo,
porque prefiero creerte,
porque eligo creerte
porque cuando lo hago duele menos
y me gustas un poco más
y el mundo es un lugar un poco más lindo para habitar..
sé que mentis,
siempre lo hiciste
pero qué lindo sería escucharlo de verdad
que lo pudieras sentir de verdad...
pero sé que es mentira,
y te creo sin creerte...
y me pongo celosa,
y ella también...
las dos te creemos
sabiendo que el discurso que acabas de decir lo vas a repetir para otros oídos en una fracción de segundos...

dicen que soñar no cuesta,
pero cómo cuesta despertar
cuando abris los ojos para ver una realidad que no terminas de comprender...
te levantas y andas, y el mundo gira sin frenar
vos miras confundido
pero el tiempo no frena,
y ya nadie te espera

¿qué esperas?
va a ser demasiado tarde cuando queiras mirar atras
¿qué esperas?
no tengas miedo, y salta

la gente fue y vino
y vos seguis ahi añorando lo que hubo,
soñando lo que nunca vendrá
habitando un presente que no existe
inventando realidades menos tristes...

ya no esperes...
porque el tiempo avanza
y nadie te espera.

Otra vez la lluvia
y otra vez vos...
y yo sin vos,
y mi cuerpo sin el tuyo.

Otra vez la lluvia
y yo imaginando tu risa mientras desayuno
y mis pies andando descalzos para no despertarte
aunque no estas...

La lluvia paró,
y el sol volvió a salir...
Ahora creo que todo sería más sencillo
si aún lloviera

por si estiras el brazo y te falto
por si tu cielo parece caerse
por si tu risa necesita compañía
por si tu sol calienta un poco menos
por si el mundo se te hace inhabitable
por si tu boca me echa de menos
por si tus ojos extrañan mi mirada
por si tu cuello carece de besos...

yo, por si acaso, acá me quedo...
yo, por si acaso, acá te espero...

llueve sobre mojado

en realidad no me importa
pero hoy llueve
entonces todo se vuelve un poco más gris...
pienso en todo menos en vos,
y termino pensando en que no te pienso;
y te pienso.
a veces parece que el tiempo avanza, pero no corre
o si, pero no lo siento.
todo se vuelve tan confuso, y no puedo descifrar el costado de la nube que me acecha.
me acecha tu sombra también
no la veo, pero sería imposible no sentirla
aunque tal vez la confundo con mi soledad,
o mi desesperación.
no sé.
ya no sé nada...
y escucho tu voz cantando la canción
que siempre te negaste a cantar mientras tratabade dormir
y me pides que te deje desabrochar un botón
pero no llevo botones
y entonces no entiendo,
o no quiero entender.
me contradigo, y se contradice,
y todo se enfrenta, o soy yo la que se enfrenta contra todo.
y vuelven a ser todas dudas y contradicciones
y ya nada tiene sentido...
o lo tiene y no lo encuentro,
o no quiero encontrarlo,
es igual,
porque hoy llueve,
y no estas,
y no importa,
salvo porque sí importa,
o tal vez no,
o no sé...




Charlotte : What colour are my eyes?

Kevin : Well, at first glance your eyes are brown. But when the light hits them, they change to amber. And if you look really close around the iris, the colour is pure honey. But when you look into the sun, they almost look green. That's my favourite

no sé despedirme.
no entiendo de finales, ni del "nunca más"...
crecí maravillada con el "felices para siempre", y busqué eso...
y sigo buscando.
por eso cuando tenés que irte te pido que te quedes, que me des un abrazo más, que me des otro beso... así trato de convencerte de que mi cama es el lgar más cómodo, y mi cuerpo la sábana más caliente.

puedo escribirte cien notas con mil palabras y un millón de distintas letras...
puedo gritar, cantar, hablar sin parar...
no importa qué diga, no importa cómo, mucho menos cuando...
más vas a entenderme si descubrís cada una de las cosas que callo...

La vi y el cuerpo se me sacudió un poco... Pero supuse que no me la cruzaría, yo seguía sentada y ella cruzaba la puerta... Unos minutos después cuando salí yo, ella seguía parada ahi afuera. Me acerqué a saludar, no quería que mi timidez se confundiera con mala educación. Me temblaban un poco las rodillas y me dominaba esa sensación de que todo el cuerpo se me aflojaba. Es posible que me haya sonrojado un poco, no sé. Pero la saludé, y le hablé lo más natural que pude. Hice todo mi esfuerzo para ser simpática, sonrerir, decir lo apropiado y quedar bien. En los cinco minutos que hablamos no dejó de mirarme, y estudiarme.
No puedo evitar pensar en vos ahora. ¿Ti dirá que me vio?¿Le resultará relevante?¿Le habrá parecido que estaba muy bien y te lo querrá contar?¿Le habrá parecido lo contrario y querrá hacerme mala propaganda?
Sé que nunca le guste para vos. Que piensa que fui un tonta que te rompió el corazón. No sabe que lo que vos sufriste, yo sufri el doble. No me vio llorar, ni se imagina que busco tu mirada en los ojos de cualquiera. Ella no sabe de las veces que esa hoja filosa recorrió mis muñecas mientras te deseaba y no podía tenerte. No sabes que hasta no hace mucho, me preferías a mi por sobre la insulsa de tu novia, y yo a vos, ya no quería estar sola.
Vi a tu mamá. Todo me recordó a vos. No puedo dejar de pensar como estarás. Sé que no soy lo que fui, pero vos siempre sos "vos", por lo menos cuando te pienso.

carta a vos

el tiempo me pasó por encima, y aunque en realidad tengo pocos años, ya vivi lo que puede haber sido el primer cuarto de mi vida. no sé qué pasa conmigo que últimamente la memoria me viene fallado, y aunque me gustaría pensar que en realidad nunca te olvido, descubri que ya no te recuerdo tanto...
hoy es tu cumpleaños, la verdad no sé ni cuántos años cumplirías, estarías entre los ochenta y algo probablemente... no me acuerdo con claridad cuando fue que te fuiste, y lo último que recuerdo de vos es un llamado teléfonico a las 6.30 de la mañana para desearme feliz cumpleaños... estabas disfrutando en esos países mágicos que tantos años después todavía no pude conocer...
esa mañana en el avión no entendiste que lo que pensabas que era un dolor estomacal por comer no sé qué pescados, en realidad era un espasmo en el pecho, el primer aviso de que te estaban llamando de otro lado... y sin más te fuiste, sin despedirte, sin avisar, sin darnos tiempo a acostumbrarnos a la idea...
siento tanta impotencia por no poder acordarme del sonido de tu voz, o de tu cara de preocupado, o de la rugosidad de tus manos cuando jugabas conmigo...
aunque peor me siento por papá, que se quedó con ganas de tu abrazo,ese que nunca le diste, y con ganas de las palabras de aliento que nunca tuviste para con él. creo que ahora trata de hacer las cosas diferente, no porque te reproche nada, creo que no quiere que el día de mañana sintamos lo que siente hoy él, que te extraña, que daría lo que no tiene por volver a verte...
y te deseo feliz cumpleaños, aunque me gusta pensar que en el lugar donde estas uno permanece siempre joven...
seguramente estas sentado en la cabecera de la mesa, mientras kela sentada a tu derecha te sirve la comida que acaba de hacer especialmente para vos...
los extrañamos.

no hubieron lugar para las dudas
cuando me abrazaste con tu cuerpo...
y si algo aprendí,
es que casi nada es para siempre,
y que en un simple pestaneo todo puede cambiar,
pero por ahora prefiero no pensar en eso...
LO MEJOR TODAVÍA ESTA POR VENIR

podemos volver
pero nunca vamos a volver atrás
lo que dejaste se perdió,
lo que éramos cambio,
nada puede volver a ser igual.

te ataca y ya no te moves
muy por el contrario te parlizas
una vez más tenés que elegir
pero queres tanto h como b
aunque sabes que no podes los dos
entonces frenas
no hay ninguna señal
y te quedas al borde del camino
una vez más

donde vayas
llevame,
nunca sabes cuando te puede ser útil
la verdad de mis palabras,
o la sencillez de mi compañía...
LLEVAME

a veces la memoria se me figura infinita.
pienso en vos, y mi mente se dispara hacia una cantidad inimaginable de imágenes... cuando llego a momentos en los que no estas, de alguna forma algo ahí me hace acordar de algún momento en que si estuviste, y así es como nunca te desvaneces.
te dejaría entrar otra vez en mi mundo, pero el miedo a volver a caer aparta de mí todo resabio de amor, por eso con los ojos cerrados para que no puedas leerlos, te digo que no.

¿cuánto duran las imágenes grabadas en la retina?
¿cuántas lágrimas más podés llevarte?
¿cuántas gotas me quedan adentro antes de secarme?
¿qué ganamos cuando ganamos, y qué oportunidades dejamos pasar?
¿qué pertas van a permanecer cerradas?
¿qué más hay allá esperando por mi?

la forma en como brillaban los rayos de sol que se reflejaban en tu barba,
tu manera tan particular de entrecerrar los ojos cuando manejabas,
el temblor de tus manos la primera vez que me tocabas cada día,
el calor de tu mano apoyada en mi panza,
el hueco de mi espalda que era solo tuyo,
tu risa camuflada por el frunce de tu entrcejo cuando te querías hacer el serio,
la manera en que tus pies siempre alcanzaban los mío,
las veces que te acostabas y hablabas con mi techo...
quise quererte, sin morir en el intento, por eso
fuiste todo, y no lo sabías...
y aunque en realidad nunca te tuve, ahora en serio ya no te tengo... pero seguro que si hago el intento, todavía encuentro algún que otro motivo para esperarte...

Qué vas a hacer con los recuerdos cuando te canses de acordarte, cuando ya hayas terminado tu duelo, y ya no quieras que duela...?

Qué vas a hacer conmigo cuando me irrite de esperarte y deje de cruzarme cada día en tu camino...?

Qué vas a hacer con tu cuerpo cuando este demasiado desgastado como para perseguirme, o para salir a buscar a alguien nuevo...?

Cuando todo pasa, qué es lo que queda?

Era bastante torpe, bastante confiada, bastante insensata...
Había pocas cosas en la vida que hiciera bien, pero de todas las cosas que hacía mal, había una que era la peor de todas: se enamoraba...
Cada día se enamoraba, a cada hora, con cada mirada de cada hombre, con cada palabra dulce, por falsa que fuera, ella se enamoraba... A veces de alguien que le sonreía en la calle, a veces del que compartía con ella el asiento del colectivo, a veces de los personajes de los libros.
Nunca tuvo buena suerte en el amor, y cuando ellos se daban cuenta que era tal su entrega la usaban y abusaban. Llegaban, y la lastimaban, y le rompían el corazón, y ella cada vez los amaba más...
Ella que cada vez que amaba, amaba para siempre, que los ojos ajenos se le pegaban a su pupila, que las manos ampoyadas lejos de lastimarla le hacían cosquillas en el cuerpo, que los hombres ausentes en lugar de angustiarla le divertían.
Ella que se estremecía siempre con la primera caricia, que archivaba en su memoria cada primer beso pensando que podía ser el último, que lloraba y se moría con cada partida...
Ella no pudo más que morir de amor, sufriendo como tanto le gustaba, llorando tan calmada y desconsoladamente a la misma vez como solo ella podía, sangrando por la misma herida...
Fue un amor que vino y se fue llevándose hasta lo que no había, agrietando su corazón más que ninguno, vaciándola de ese líquido brillante y espeso que le corría por las muñecas en cada despedida...
Pero esta vez fue demasiado fuerte, o tal vez fue demasiado amor, o demasiado poco... O quizá fue el tiempo, o los años, o que ella estaba demasiado rota, o demasiado cansada...
No importa por qué, sólo importa que se fue sin haber sido amada, y que ahora el mundo brilla un poco menos, y el amor perdió un poco más su significado.