te soñé, y entonces ahora te recuerdo así con el alma incomprendida como de poeta, con el pulso tembloroso de quien lo perdió todo pero sigue luchando, con la piel arrugada por años de risas y llantos.
y tal vez te admiro un poco más, porque de alguna forma creo que sí tenías alma de poeta, y que la lectura ocupaba muchas horas de tu día porque te gustaba viajar imaginando, porque habías perdido a tu compañero de viaje años atrás.
y cuando siento que te extraño, lamento haber sido demasiado chica para entender muchas cosas, y para compartir tantas otras. pero de alguna manera, y desde algún lado sé que estás.
me hablaste las otras noches en mis sueños.