te perdono por todo que no fue, por lo que pasó y por lo que sufrí. te perdono por ir, y venir, y volver a irte. te perdono por volver a hablarme cuando no había necesidad y por la última promesa que hiciste y no pudiste cumplir.
vamos a comer perdices, eso sí.
pero yo acá, sola, en mi casa;
y vos...
no sé, quién sabe...