Que llueva. Y que el cielo lloré conmigo, y que sus lágrimas se lleven mi lluvia. Y que mi gris se mezcle con sus nubes y no se note tanto. Y que pase el tiempo, y me encuentre lejos, en países lejanos, hablando idiomas desconocidos y deseando que estuvieras ahí conmigo. Y que ya nunca estés, ni deseándote, ni extrañándote y que sólo habites en un recuerdo lejano de un tiempo que fue mejor y que quedara para siempre cristalizado en el tiempo. Y que me extrañes y te duela la distancia y el tiempo. Y que me busques. Y que seamos para siempre felices, y que comamos perdices.