te perdono por todo que no fue, por lo que pasó y por lo que sufrí. te perdono por ir, y venir, y volver a irte. te perdono por volver a hablarme cuando no había necesidad y por la última promesa que hiciste y no pudiste cumplir.
vamos a comer perdices, eso sí.
pero yo acá, sola, en mi casa;
y vos...
no sé, quién sabe...
no esperaba nada.
es decir, si, pero en realidad no.
que me sorprendas tal vez,
que hubieras cambiado.
pero no.
sabía en el fondo que no.
una sorpresa de vez en cuando, no estaría mal.
una buena, una positiva,
una que me convenza que todavía hay cosas que valen la pena.
pero no.
mi teléfono sigue mudo,
y supongo que es mejor así.
vos seguís siendo vos,
y yo sigo siendo yo,
y no, creo que en el fondo no quiero que me salves.
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