nada es real
ni tu mano en mi espalda,
ni el brillo de tus ojos centellantes frente a mi sonrisa,
ni el beso que debías darme cuando debía seguirte y no lo hice.
nada existe, ni existió
ni la noche en que la luna brilló para que los árboles nos abrazaran con sus sombras,
ni los escalofríos que senti -y todavía siento cuando recuerdo- la primera y única vez que tus dedos dibujaron mil y una formas sobre mi pecho incipiente,
ni los te amo que no eran para ayer, ni para hoy, sino para siempre.
nada fue
ni el primer beso bajo un sol de medio día,
ni el último una noche que prometía perfección y fue pesadilla,
ni el que quiero darte ahora que esconde una mezcla de amor, pasión y ternura.
nada va a ser
ni te voy a esperar más entre las 5 y las 6 cuando mi corazón empieza a sangrar y necesita tus caricias,
ni vas a venir a curarme como no viniste nunca
ni vamos a ser vos y yo felices para siempre...

the best offense is a good defense

no hago deportes, y sin embargo escuché repetir tantas veces la famosa frase "la mejor defensa es una buena ofensa" que pensé que también podía servir aplicarlo a la vida...
y así fue que avancé intentando tirar siempre el primer golpe, la primera piedra, decir primero la frase más fría para que no creyeran que mi corazón era rojo y estaba caliente, y que por él circulaban tanta cantidad de sentimientos...
tan preocupada estaba por atacar, que me olvidé de crear la defensa, de levantar la pared, de esconder mi corazón detrás de las tricheras... nunca pensé que podía conocer a alguien lo suficientemente fuerte para resistir cada uno de mis ataques y llegar hasta mi corazón sin que yo me diera cuenta...
pero llegaste vos, y fuiste inherte a mis piedras, a mis palabras, y llegaste hasta el centro de mi corazón, donde lo rojo es tan rojo que te duelen los ojos si lo miras directamente... no sé si por capricho, o por pura maldad, apretaste el lugar justo, y corriste, corriste lejos, muy...
vos ya no estás, él todavía sangra...
yo ya no ataco, ahora cada día me dedico a agregar un ladrillo más a mi pared...

te estoy diciendo adios

mis porqués encontraron respuesta en tus excusas baratas, y mis impulsos hicieron callar a mi cabeza, que esa noche andaba a media marcha... entre el humo y las luces fuiste un error que duró un poco más de dos minutos, hasta que empecé a pensar, y por primera vez frente a vos, elegi ser lo que nunca fui: racional.
caminé dejando atrás seis meses de mi vida, dejando atrás risas y buenos momentos, porque si hay algo que tengo que aceptar es que con vos fue bueno desde el primero, hasta este, nuestro último beso.
todavía me gustas, no creo que nunca dejes de hacerlo... pero hace unos días leí pintado en una pared algo que grabé muy adentro mío "no quiero formar parte de esta temporada de tu vida."