viste como es.
hay gente que me hace acordar a nosotros, aunque nosotros ya no seamos.
los veo, y veo eso que hubiesemos podido tener, que íbamos a tener,
y la piel se me eriza un poco, y el estómago se me revuelve.
pero sigo, porque como lei hace poco, la vida es demasiado corta para ser otra cosa que no sea feliz...
así que soy feliz, casi tanto como lo sería si todavía estuvieras conmigo.
pero te extraño, sería hipócrita (y lo soy cada vez que de casualidad alguien te nombra) si dijera que no.

es una lucha constante entre mis implusos y mi razón. siempre me quedo quieta, porque la conciencia es más fuerte, y no sé si eso es bueno, o es malo...
hablarte es inofensivo, porque al final del día la parálisis me supera y todo sigue igual. pero para evitar problemas, y por si por esas casualidades de la vida mi conciencia estuviera dormida por un rato, directamente me abstengo.
yo sigo pensando en cosas para decirte, mientras vos seguís sin saber que yo sigo pensando en vos.

me pregunto por vos... por tus alegrías, y por tus temores. por tus problemas, por tus caídas, me pregunto si extrañas la mano que te tendía para levantarte.
¿hace ya cuánto que no nos vemos? ¿4, 5 meses desde ese último encuentro, donde el alcohol te llevó a hablar irracionalmente, y la múscia no me dejaba escucharte?
cada vez te recuerdo menos. reprimo lo que me queda de vos para que el presente se haga más llevadero, para que mi vida no parezca tan vacía. no volvieron a haber besos tan verdaderos como los tuyos.
cada vez me parezco más a la que no quería ser estando con vos. me encuentro disfrutando cosas que vos disfrutabas, y yo me negaba a aceptar como mías. me encuentro reconociendo en mí necesidades que vos necesitabas, y ahora te entiendo un poco más. pienso qué diferente hubiese sido todo si me hubiera dejado domesticar por tu amor. pero no fue. siempre tuve una necesidad injustificada de revelarme a todo, sin importar qué fuera.
el tiempo no vuelve. y pensándolo bien, no quiero que vuelva. me gusta la que soy hoy, me gusta en lo que me convertí. sigo siendo un poco la que era, pero aprendí cosas en el camino que me hicieron crecer un poco, ablandaron mi orgullo, y endurecieron mi corazón. creo que te gustaría volver a conocerme. yo sé que a mí me gustaría conocer tu nuevo vos.
me gusta pensar que el destino nos tiene preparada alguna sorpresa, algún encuentro que haga temblar el suelo bajo mis pies, y me de cuenta de que seguís siendo para mí.

cualquiera diría que no te quiero, que no sos más que un desconocido al que alguna vez conocí.
y sin embargo, pienso en qué harías vos, antes de hacer algo; cuando me pasa algo bueno, pienso que después tengo que contártelo; cuando estoy feliz, pienso que sería el doble de feliz si estuvieras para compartirlo conmigo.
por que parezco fuerte, pero cuando me quedo sola, y tengo miedo, necesito que me abraces y me cuides...
porque aunque ya no te tenga, sé que vos sos mi "felices para siempre".

Presentí que ibas a irte pronto, por eso llené tu cuerpo de besos, así cualquiera que se acercara sabría que antes estuve yo.
Ahora, un par de años después, un poco más usado, y un poco más cansado, vuelvo a encontrarte. Tu cuerpo sigue lleno de besos, pero ninguno mío. Los borro el tiempo, o las distintas mujeres que pasaron por vos en este tiempo...

Cuando me dijiste que nunca antes te habías sentido así, cuando emocionado me confesaste que nadie había logrado estremecerte de la forma en que yo lo hice, te creí. Pero a vos no te alcanzaba saberlo, sospecharlo... Pensaste que más allá podía haber alguien que incrementara aún más ese sentimiento. Tu gula nos alejó...

Pero ahora volves, con tu cuerpo lleno de besos, a buscar los míos. Porque no encontraste en otra, lo que conmigo habías tenido.