días de furia

desde siempre me gustó considerarme una persona con convicciones. que cuando tengo una opinión o una idea, sea correcta o incorrecta, es mi manera de pensar, y así me gusta.

por eso cuando era más chica y me preguntaban si creía en la suerte yo siempre decía que no, que para mí la suerte no existía, que en todo caso en lo que yo creía era en el destino. no sé por qué lo creía, pero pensaba eso...
hoy la verdad no tengo la menor idea qué mierda es el destino porque nunca lo vi. pero sí creo en la suerte -en la mala-, porque como no creía en ella, ahora la muy puta, para hacerse notar, cada vez que puede me caga la vida!

dos años y medio.
tres años -meses más, meses menos-.
y el café (cortado) parece ser la única compañía,
ya hasta el chocolate tengo prohibido.
parece ficción ver como pasa el tiempo,
me acuerdo como si fuese ayer, como si hubiese sido hoy más temprano.
dos años y medio -tres años-, largos, vacíos, en silencio.
y hace frío!
¡cómo odio el invierno!
y más lo odio desde que me dejaste.
nunca lo digo, pero me haces falta.
dos años y medio -tres años-, caminando descalza sobre el mármol frío de mi cocina,
sirviendo mi taza de café (cortado),
séntandome a la mesa para hablarte de la vida,
y tu silla vacía
desde hace dos años y medio -tres años-.

a vos que te hice promesas aún sabiendo que nunca las cumpliría,
a vos que te desperté en la mitad de la noche para que me hicieras el amor,
a vos que no te olvidé después de jurar odiarte para siempre,
a vos que te debo un par de besos todavía,
a vos que siempre me dejabas creer que tenían razón,
te quiero.

deberías saber que imagino los caminos que atravesarían tus manos recorriendo mi cuerpo,
y que sueño con un reencuentro casual tal vez más de lo que debería...
pero no te lo tomes demasiado en serio...

llegó.
ahora es como nunca hubiésemos querido que fuera.
y afuera esta tan nublado que parece que nunca hubiese amanecido,
y adentro creo que llueve.
mi ojos están mudos, y mis labios ya no escuchan.
sinestesia.
hoy podría morir, y el mundo seguiría girando.
pasarían al menos diez días antes de que alguien pudiera notarlo.
no quiero encerrarme, pero la sensación de aislamiento me acecha.
no puedo ser feliz, es que ya llegó el invierno.

traté de hablar, de decir algo que pudiera arreglar todo lo que se había roto, pero no pude. no me salió la voz, ni se me ocurrieron palabras, pero sobre todo no fui capaz de desatar el nudo de mi garganta. entonces ya todo se había terminado, y seguir sin mirar era de cobardes. por eso el silencio habló por mí, y la sombra que cubrió tu mirada lo dijo todo por vos. mirarnos los ojos estaba de más. y la gente en la plaza siguió caminando. mis manos se avergonzaron y se escondieron el mis bolsillos, y vos te fuiste caminando sin mirar atrás.
volveremos a reir, cada quien por su lado, claro esta.
pero primero habrá que recoger los pedazos de corazón de los rincones...

canciones que hablan de un pasado que fue mejor,
(porque el pasado siempre parece haber sido mejor)
películas que cuentan nuestra historia sin hablar de nosotros,
recuerdos que se mezclan con cosas que quisiera que hubiesen pasado que ya no sé si fueron reales o no,
palabras mudas,
palabras sin destinatario,
gritos agudos,
un dolor tan fuerte en el pecho,
ojeras debajo de mis ojos,
ojos rojos después de llorar,
un pasado confuso,
un presente temible,
un futuro dudoso.
lo que queda de mí, después de nosotros.

muchos quedan estancados en el pasado, otros tantos -más optimistas- piensan en lo que vendrá... y yo, que ya casi nunca encuentro respuesta a ninguna de mis dudas me pregunto: y el mientras tanto?
¿qué será de aquellos inadaptados que no queremos recordar, pero tampoco podemos avanzar?
entonces así estoy, ni blanco, ni negro, yo, que nunca fui una persona de grises.
el tiempo no ayuda, las agujas no se mueven.
miro el cielo que tampoco se decide si quiere llover, o si quiere brillar.
¿qué hago yo que ya no quiero pensarte?
¿qué hago yo que no te quiero olvidar?

ya nada es para siempre,
pero nosotros sí.

te pido por favor:
nunca te vayas del todo,
porque la vida es difícil, pero más difícil sin vos...
porque todavía te quiero, sin poderte querer...

tantas dudas de me surgen, de todo eso que nunca me animé a decir, a preguntar.
cuándo decidiste irte. si lo pensaste mucho, o si fue un acto reflejo. por qué me dejaste, qué te faltó, qué te agobió. si vovlerías. y si lo hicieras, por qué lo harías. qué quisieras que fuera diferente, qué qusieras que mantuvieramos igual. si me quisiste como dijiste que hiciste. si me extrañas. si pensas en mí alguna vez. si quisiera que conociera a esa nena hermosa que ahora es el sol de tu vida. si te gustaría andar río arriba conmigo. si fuiste feliz. si sos feliz. qué quisieras hacer. si fue mucho, o muy poco. si te quise demasiado. si yo arruiné algo. cual era el punto justo. a que velocidad late tu corazón cuando me ve. cuantas veces latió fuerte desde que ya no somos lo que éramos. qué fuimos. qué fui para vos. querés ser alguien para mí. su podes quedarte conmigo, y si queres hacerlo. si pensas que el dolor duele más porque no estoy yo para contenerte. si te das cuenta que te sigo queriendo. si escuchas cuando te llamo dormida. si sabes de las mil palabras que te dediqué desde que te fuiste. si querés verme. si tenes miedo. pensás que podríamos superar lo que paso y vovler a empezar. si te gustaría volver a empezar. si pensas que el tiempo todavía puede ser nuestro. cerraron ya las heridas. por qué me callo, por qué no hago lo que tengo que hacer y salgo a buscarte. me aceptarías de nuevo en el refugio de tus brazo. sabrías perdonar la última escena de celos. cuanto tiempo pensas que va a pasar hasta que tus labios vuelvan a besarme. vas a cumplir tu promesa. seremos vos y yo felices para siempre?

hubo un tiempo en que el amor era nuestro.
en que éramos dos en uno.
en que el vos, y el yo se habían suprimido para ser nosotros
y eso nos hacía felices.
hubo un tiempo en que quererte era fácil,
y lo sentía, y lo decía, y vos sonreías enamorado en respuesta a mis gestos, y a mis palabras.

después rompiste cadenas, cruzaste barreras, ya no pudiste volver atrás.
corriste lejos mío, tan lejos a donde ya no podía verte.
entonces me olvidaste.

hoy lo recuerdo, recuerdo que te quise, te quise y te quiero.
hoy sin quererlo, te quiero.
te quiero, y te recuerdo.

y pensar que creí que era imposible un amor tan grande.
pero heme aquí.
querer así, como yo te quiero a vos, no es fácil.
después de tanto tiempo, tantas heridas, tantos silencios, tan pocas palabras.
pienso en vos cada día, sueño con vos cada noche.
y vos ni siquiera lo sabes.
pero eso es problema mío.
lo sé;
y punto.

tendría que haberte mirado más, tendría que haberte hablado, y más aún, escuchado.
tendría que haber sabido lo que pedías, y lo que necesitabas sin pedir.
tendría que haberme dado cuenta de las carencias, de los abismos, de los silencios.
tendría que haber cenado más con tu familia, hacerme más parte de tus proyectos, entender un poco más tus problemas de persona grande.
pero no pude.
no me di cuenta,
era chica, no entendía.
hoy entiendo, cuando mis reclamos hacia otros, son los mismos que vos me hacías a mí. cuando no me dan las cosas que yo no sabía darte, cuando no entienden los errores que yo solía cometer.
y te extraño, porque hoy estoy donde vos estabas cuando éramos uno; y aunque probablemente hayas dado unos pasos adelante, estoy preparada para entenderte, para seguirte.
porque crecí, y creo que me estoy convirtiendo en la persona que vos pensaste que podía ser, y aún así sigo siendo yo, con mis caprichos de nena, y mis ideas locas y sin razón.
porque si pudieras comprender que sos para mí, y ver que soy para vos, llegaríamos de la mano al fin del mundo.

ellos dicen que no.
yo digo que murió de amor.
empezó con dolor en los riñones, unas "piedritas" me dijeron a mí.
pero yo pensaba que le dolía el alma; ella lo extrañaba, por eso lo demás empezó a fallar.
nos sentábamos al lado de ella varias tardes a la semana mientras le hacían diálsis, y charlábamos, y le contábamos novedades.
ella sonreía, siempre sonreía, y se alegraba por nosotros.
íbamos a verla a la casa, los sábados cuando no estaba en el sanatorio. ella estaba sentada en el sillón giratorio donde nosotros solíamos almorzar. yo a veces me sentaba a que me de el sol en el balcón. veíamos como su panza estaba hinchada, a pensar de haber sido siempre tan flaca.
ella también se daba cuenta; por eso ya no comía.
el siquiatra mucho no ayudaba, él decía que estaba enferma, yo decía que lo extrañaba.
un día estuvo muy mal, "entra a despedirte", me dijeron. pero no pude. entré y háblé como si fuera un día como cualquier otro. le conté cosas cotidianas, algo para que se riera. me dijeron que se había terminado el tiempo, la salude como si fuera a volver a verla, y salí.
lloré como no me acuerdo haber llorado.
pero no pasó nada. después mejoró.
después, como era de suponerse volvió a empeorar.
fallaron los riñones, el hígado, los pulmones, no sé si todo eso, o algo menos, o algo más.
de un momento para el otro, no hubo vuelta atrás:
le falló el corazón.
por eso, si alguien me pregunta, yo digo que mi abuela murió de amor.