desconocido:

Cada vez se está haciendo más tarde,
mi cuerpo se gasta cansado de no ser tuyo,
mis manos cada vez más ásperas acarician pieles ajenas intentando encontrarte,
mis ojos se oscurecieron, aunque secretamente guardan un destello de amor en el rincón izquierdo del ojo derecho...
Pasa el tiempo, y yo sigo sin tenerte,
y vos seguís vagando por una vida que no se cruza con la mía,
y la luna me mira cada noche un poquito más desesperanzada, y a vaces hasta llora conmigo...


Sé que muchas veces dije en vano que se acercaba el final, ahora por fin entiendo que no se acerca porque falta mucho para que eso pase, pero que nos acecha, y cada vez se hace más tarde, porque cuanto más tardemos en reunirnos, más cansados van a estar nuestros corazones, y lo rojo en ellos va a estar un poco más descolorido, y mis rodillas van a estar arrugadas, y tus labios partidos... Mi ombligo sigue cantando para atraer a tu cuerpo, pero empieza a quedarse difónico, mi boca se va olvidando del sabor de la tuya, mis párpados empiezan a pesar, y los tobillos se me quiebran cada vez que intento volver a correr atrás de vos...



Se está haciendo cada vez más tarde mientras yo guardo de vos un beso que sigue contando cuentos de amores eternos que renacen cada primavera...

11/09

El calor de la habitación nos envolvió depositándose sobre cada rincón de nuestros cuerpos... El aire se fue haciendo más denso con cada caricia, y las respiraciones eran cada vez más agitadas. Los besos habían dejado de ser un dulce contacto entre tu boca y la mía, para convertirse en una explosión con cada acercamiento. Tus manos se movían inseguras, las mías caminaban indecisas por tu cuerpo. Mi cabeza se llenó de miedos y prejuicios, y me paralicé, pero la sinceridad en tu mirada me animó a seguir... La ropa empezaba a ser una molestia, y sin animarte a desvestirme, tu desvestiste vos; tres besos y dos caricias después, hice lo mismo.
Los suspiros eran el único sonido que hacía eco en el cuarto, y fui tuya por primera vez... Mi corazón latía tan fuerte que sentía que eras capaz de escucharlo, mi cabeza se había vaciado de ideas, y sólo era capaz de dejarme llevar por el instinto... Todo se volvió confuso, unas vueltas, unas sacudidas y mi cuerpo perdió toda la fuerza, pero el tuyo seguía ansioso, y sediento... Alargamos el momento, no pude evitar sonreír de nuevo, y con tu boca mordiste mis labios, tus brazos se debilitaron, ya todo fue terminando y resbalaste fuera de mí para acurrucarte en mi costado...
Te acostaste mirando el techo, y yo me acomodé con la mitad de mi cuerpo sobre el tuyo, todavía me costaba respirar... Podía sentir que tu corazón permanecía acelerado... Tus dedos me seguían recorriendo, y yo besaba las partes de tu cuerpo que tenía más próximas... De a poco nuestra respiración se fue normalizando, y volvieron a apoderarse de mí mis dudas cotidianas... Empecé a sentir la temperatura real del aire, y abracé con fuerza tu cuerpo... Cerré los ojos y respiré profundo, intentando absorber tu esencia...Me incorporé para mirarte, y te estudié intentando aprenderte de memoria... Sabía que tenía que irme, pero volví a recostarme encima tuyo... Mi vida avanzó, pero en mi mundo paralelo frené el tiempo, y todavía sigo ahí...

Hoy te extraño, y el mundo se me figura como un lugar menos habitable... Como si el oxígeno fuera demasiado denso, o la gravedad pesara sobre mis hombros...
Lo siento, muy adentro me duele el corazón, y ese dolor lleva tu nombre...
Hoy te extraño, y sin embargo no encuentro una sola cosa tuya que extrañar...