ayer, mi tristeza se apoderó de la esperanza, y caminó sobre la cuerda floja la idea de un futuro juntos... hoy el suelo esta un poco más firme, pero por última vez te digo: no te duermas en los laureles, y nunca más des por sentada mi compañía...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 delirios ajenos:
Publicar un comentario